Si habla el hambre no existe primavera,
los suburbios te dan otros olores.
Nos ha jodido mayo con las flores.
Este refrán nos viene de primera.
Si el poeta poema la esterquera
se enfadarán los límpidos señores,
pues la poesía quiere ruiseñores
para cantar la vida de primera.
La dulcísima luna en los jardines
y el dulcísimo aroma de jazmines
deletreando en si bemol las yedras
de aquellos que naciendo en privilegio
quieren el catecismo de un colegio,
que no levante a los que comen piedras.
[II,99]