La vida es una carga
y el sudor los camellos
que ayudan a llevarla.
Hay butacas manchadas de espaldas
que no se doblan nunca
y se pudren de digestiones anchas.
Hay que decirle al hombre que camine,
que luche, que se haga.
Noches de tinta china
cayendo en las ciudades,
el emblema de la espiga
en horizontes de balas.
Si el niño nace barro
hay que hacerlo esperanza.
[II,401]