Caminos

Camino en las mañanas
hacia la oscura boca de una casa.
Me siento en la silla de los días.

Escribo en el desierto
la lepra de los números.
Las letras de los nombres
desconocen la lumbre
que late en mi cabeza.

Camino en las noches
con mis manos de sueños
que gotean dolor, música y olvido.

Mis pasos emigran
hacia el reflejo de los ríos
que cantan en verano
la sombra azul del agua.

[I,205]